Nos encantan las tradiciones. No lo podemos negar ni evitar. Y ahora que el ambiente se está llenando de luces y los polvorones ya se pueden ver en más de un sitio nos hemos puesto a investigar unas de las tradiciones que más nos gusta: el regalo de las cestas de navidad.
Se nos ha venido a la cabeza cuando de peques nuestros padres aparecían en casa con la cesta que le habían dado en el trabajo y empezábamos a sacar las cosas de dentro para ver cómo era de grande el jamón y cuántas tabletas de turrón de chocolate había. ¡Qué tiempos aquellos!
A día de hoy sigue habiendo empresas, que como hacían nuestros antepasados con la sportula (palabreja que usaban nuestros amigos del Imperio Romano para llamar a lo que hoy día llamamos cesta navideña), regalan una cesta para que disfruten en familia. Los romanos tenían como protagonistas de su cesta las ramas de olivo y los higos, nosotros tenemos unos cuantos más y a cada cual más apetecible. Año tras año nos encanta ver colocados en una caja los embutidos, mermeladas, vinos, dulces navideños y el rey de reyes: el jamón.
Es verdad que el origen tradicional de regalarla a los empleados, clientes, y compromisos varios; nosotras creemos que son algo más que un detalle: el regalo de las cestas navideñas suponen regalar buenos deseos y agradecimientos a las personas que queremos.
Quien regala una cesta, regala un tesoro (y nunca mejor dicho). Por eso nuestro regalo estrella para esta época son las cajas de navidad.. Y lo mejor de todo es que tenemos para todos los gustos y bolsillos. Y si no encuentras la tuya, ¡te la hacemos! Y se nos olvida lo más importante, ¡lo llevamos a donde quieras!
¡Todo sea por una Navidad ideal!
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